"Soy enemigo de mí y soy amigo de lo que he soñado que soy".
Ante mi se presentó un genio, y me concedió un deseo. Producir el azar, le pedí.
El genio perplejo, respondió: -Si eres capaz de producir el azar, eres capaz de producir tus deseos.
Le respondí: si tuviera un deseo, te lo pediría. Lo que ocurre, en cambio, es que soy muy cobarde para elegir.